dissabte, 5 de març del 2011

INFLUENCIAS BURGUESAS EN EL ANARQUISMO. LUIS FABBRI.


Luigi Fabbri (1877-1935), fue un militante anarquista italiano, escritor y educador, y durante la Primera Guerra Mundial agitador y propagandista. Nacido en Fabriano (Ancona),  Italia 1877, fallecido en Montevideo, Uruguay 1935. Fabbri fue por largo tiempo un contribuidor prolífico a la prensa anarquista en Europa y luego en Sudamérica, co-editor de L'Agitazione, junto a Errico Malatesta. Ayudó a editar el periódico Università popolare en Milán. Primero condenado por sus actividades anarquistas a la edad de 16 en Ancona, Fabbri pasó muchos años en prisiones italianas. Fabbri fue un delegado al Congreso Internacional Anarquista llevado a cabo en Amsterdam en 1907.
Fue el autor de: Dictadura y Revolución (Dettadura e Rivoluzione), una respuesta a la obra de Lenin El Estado y la revolución; Vida de Malatesta, traducida por Adán Wight (publicado originalmente en 1936), este libro fue publicado otra vez con el contenido ampliado en 1945. Además escribió otros libros políticos. En Uruguay se dedicó a la docencia escolar y secundaria manteniendo sus ideas. Fue el padre de la anarquista y educadora uruguaya Luce Fabbri. Fuente: Wikipedia.




Extractes d'aquest llibre editat a París el 1959 per Solidaridad Obrera:

"Procuremos,  en suma, que nuestro movimiento camine sobre carriles propios, fuera de la influencia directa o indirecta de la ideología y de la calumnia burguesa, independientemente, sea en sentido positivo como negativo, de la conducta de conservadores, y habremos hecho obra revolucionaria y eminentemente libertaria,  puesto que la teoría libertaria nos enseña que debemos emanciparnos social e individualmente de todo preconcepto, de toda influencia que no responda directamente y no derive de nuestro interés, de nuestra libertad y de nuestra voluntad, entendidos en el sentido positivo de la palabra."

"En los momentos de mayor persecución contra los anarquistas, sucedió que todos los descentrados de la actual sociedad, y entre éstos muchos delincuentes, creyeron seriamente que la anarquía era tal como la describían los periódicos burgueses, es decir, algo que se adaptaba muy bien a su hábitos extrasociales y antisociales. Como por diferentes razones, es un hecho que estos individuos se hayan, como los anarquistas, en un estado de continua rebelión contra la autoridad constituida, dio pie a que el equívoco arraigara y se ampliara. En la cárcel o en el destierro forzoso hemos topado muchas veces con delincuentes comunes que llamábanse anarquistas, sin que, naturalmente, hubiesen jamás leído un solo periódico o folleto anarquista, ni siquiera oído hablar de anarquía fuera de los periódicos burgueses"

"Las mismas víctimas más atormentadas por la injusticia actual, se comprende cuán fácilmente podrán ser llevadas a aprobar,  por reacción y represalia, el carácter belicoso y sanguinario que a la anarquía asignaron los escritores de la prensa burguesa."

"Así tenemos que aquéllos que vinieron a nuestro campo por espíritu de represalia, por el odio sembrado en sus corazones por la miseria y la desesperación, y que vinieron precisamente porque creyeron que la anarquía era aquella idea de violenta represalia y de venganza que la burguesía les describió, se han negado a aceptar lo que es concepción verdadera del anarquismo, es decir: la negación de toda violencia y la sublimidad en el amor del principio de solidaridad."

"Para desacreditarnos ante el pueblo, los escritores burgueses, tomando pie de que nosotros criticamos el orden actual de la familia, a base de autoridad y de interés y de dominio del hombre sobre la mujer, han deducido que queremos la abolición de la familia, y,  por lo tanto que queremos las mujeres en común (...) En cambio la doctrina anarquista, ya desde un principio, no ha hecho más que preconizar la purificación de los afectos de toda intrusión y sanción extraña, sea de legisladores o de sacerdotes, sea política o religiosa, y, con esto la emancipación de la mujer, libre e igual al hombre, la libertad del amor sustraido a las violencias de la necesidad económica y de cualquier otra autoridad extraña al mismo amor."

"Los anarquistas han sostenido siempre que no hay vida fuera de la asociación y de la solidaridad y que no es posible la lucha y la revolución sin una organización preordenada de los revolucionarios. Pero a los escritores burgueses les convenía más pintarnos como fautores de la anarquía en el sentido de confusión, y comenzaron a decir que éramos amorfistas, enemigos de toda organización (...) Muchos anarquistas mordieron el anzuelo y muy en serio se convirtieron  en amorfistas (...) negaron la organización, la solidaridad y el socialismo...."

"La violencia debe usarse lo menos posible y en todos los casos solamente como medio defensivo y nunca ofensivo."

"... mientras que si con los hechos a la mano y con razones que convenzan en lugar de ofender, supiéramos demostrar la verdad, esta acabaría iluminando la mente de más de un oyente..."

"La violencia que sobre todo deploro, es la que se emplea contra otros partidos progresivos, más o menos revolucionarios, poco importa, que están compuestos de oprimidos y explotados como nosotros, de gentes como nosotros animadas por el deseo de cambiar a mejor la situación política y social presente."

"Y aun creo que sería mejor que procurásemos conocernos y sobre todo trabajar sin perder de vista que de frente tenemos al enemigo, al verdadero enemigo que acecha el momento de nuestra debilidad para asestarnos sus golpes."

INFLUENCIAS BURGUESAS EN EL ANARQUISMO. LLEGIR.

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